Todavía puedo sentir el cansancio del viaje, lastimosamente eso viene incluido con el paquete. Pero para ganar algo siempre hay que sacrificar algo no, y que son unas diez horas de ir sentado en una coaster comparado con la oportunidad de tener unas vacaciones diferentes.
Tengo que admitir que para ser la primera vez en uno de estos viajes, y no siendo muy amigo de este tipo de actividades, todo salió bastante bien. Lo que si extrañaba es el sentimiento de aventura, típico en los campamentos, que no había experimentado desde hacía casi cinco años. Ese sentimiento de familiaridad fue importante al momento de enfrentar algunas privaciones, pero no hay mal que por bien no venga.
El primer día fue el más duro, en realidad no hay nada que valga la pena contar. Honduras estaba atestada de turistas y encontrar un hotel fue toda una odisea, sobre todo porque íbamos veinte personas en la excursión. Pasar todo el día sentado en la coaster mientras viajábamos de una ciudad a otra no fue muy cómodo para mí, pero fue peor para los viejitos que nos acompañaban. Finalmente encontramos un hotel casi milagrosamente en la cuidad de San Pedro Sula.
San Pedro Sula no ofreció absolutamente nada que ver más allá de la plaza central y la catedral.
El segundo día fue más productivo y visitamos las cataratas de Pulapanzak. Una vista realmente hermosa y una experiencia inolvidable. Contratamos a un guía para que nos llevara detrás de las cataratas y fue algo indescriptible, el agua caía de forma que el viento y el agua que rebotaba casi no nos permitía respirar, realmente único. Además de las cataratas pudimos bañarnos en el río y pasar un buen rato.
Ese día dimos algunas vueltas más en San Pedro Sula... pero realmente no hay nada que decir al respecto. Todo estaba cerrado y tampoco había mucho que ver.
El último día de excursión fuimos a Tela. No soy muy asiduo a las playas, pero fue una experiencia bastante buena, era una playa muy bonita y nos bañamos un rato. La vista tampoco estuvo mal, y tampoco hay que hacerse el santo y disfrutar de la ocasión, incluso asistimos a un bikini open que se celebro en la tarde, y como olvidarnos del increíble buffet que nos sirvieron para almorzar.
Fue una experiencia única, he quedado bastante satisfecho. Hubieron cosas que podrían haber sido mejores, pero ya habrá una próxima ocasión. Y mientras sea en compañía de los amigos, todo se puede disfrutar.
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